martes, 14 de abril de 2015

Obras: Pintura

MASACCIO: TRÍPTICO DE SAN JUVENAL


Análisis bibliográfico: 

Nació en Castel San Giovanni, el 21 de diciembre de 1401, hijo
Tommaso di ser Giovanni di Mone Cassai llamado Masaccio nació en San Giovanni in Altura, hoy San Giovani Valdarno, Arezzo, el 21 de diciembre de 1401 y murió en Roma en 1428. Fue un pintor italiano, que a pesar de la brevedad de su vida, su obra tuvo una importancia decisiva en la historia de la pintura, pues se considera que fue el primero en aplicar a la pintura las leyes de la perspectiva científica, desarrolladas por Brunelleschi. Su primera obra fue el tríptico para San Juvenal de Casia, que lleva la fecha en la tabla central 23 de abril de 1422.

Análisis formal:

El tríptico de San Juvenal era una obra desconocida de Masaccio, no mencionada por su biógrafo Giorgio Vasari, que fue descubierta en 1961. La pintura se compone de tres tablas: la central representa a la virgen con el Niño, en los paneles laterales aparecen San Bartolomé y San Blas en el de la izquierda y San Juvenal y San Antonio Abad en el de la derecha.

Análisis de tendencia:

El Tríptico de San Juvenal de 1422, es una creación que supera plenamente el gótico. En el posterior políptico para el Carmine de Piza la composición a base de pocas figuras esenciales y la plasmación natural de la luz definen su estilo característico, que se despliega plenamente en su obra maestra: El ciclo de frescos sobre la vida de San Pedro y la expulsión del Paraíso.

Análisis técnico:

A pesar de su breve carrera, tuvo una profunda influencia en otros artistas, fue uno de los primeros en utilizar la perspectiva lineal en su pintura, utilizando técnicas como el punto de fuga en el arte por primera vez, también se alejó del estilo gótico internacional y la ornamentación elaborada de artistas como Gentile da Fabriano a un modo más natural que la perspectiva y el claruoscuro empleado para mayor realismo. Y justamente esta composición está constituida de acuerdo con las leyes de la perspectiva: las líneas de fuga del pavimento de los tres paneles convergen en un punto de fuga central, representado por la mano derecha de la Virgen, que sostiene los pies del Niño.

Análisis simbólico:

La pintura se compone de tres tablas: la central representa a la Virgen entronizada con el Niño, flanqueados por dos ángeles. El Niño está comiendo uvas, como un símbolo de la Eucaristía. En los paneles laterales aparecen sendas parejas de santos: San Bartolomé y San Blas en el de la izquierda, y San Juvenal y San Antonio Abad en el de la derecha. Estas tablas laterales muestran una marcada influencia de los modelos del siglo XIV, mientras que la compleja perspectiva del panel central sería algo bastante nuevo para la época. En su introducción a la solidez tridimensional la pintura puede considerarse revolucionaria para la época.

Análisis crítico:

Es interesante y a la vez sorprendente la brevedad de su vida, puesto que fallece a los veintisiete años, y además la importancia que llega a alcanzar su obra con abundantes creaciones, siendo un aporte decisivo al renacimiento porque fue el primero en aplicar las reglas de la perspectiva científica. Fue de los primeros que eliminaron las durezas, imperfecciones y dificultades del arte, y fue quien dio comienzo a las bellas actitudes, el movimiento, la energía y la vivacidad, así como a cierto relieve verdaderamente apropiado y natural.





 PAOLO UCELLO: LA BATALLA DE SAN ROMANO


Análisis bibliográfico:
Pintor italiano. La primera noticia documental que se tiene de Paolo Uccello es de 1412 en el taller de Ghiberti, donde debió de formarse, aunque no consta que fuera escultor.
En 1425 estaba en Venecia trabajando en unos mosaicos para San Marcos, que no se conocen. En 1432, de nuevo en Florencia, Paolo Uccello realizó el luneto de la Creación en el Claustro Verde de Santa Maria Novella, una obra llena de expresividad pero todavía algo tosca.
Su primera obra maestra corresponde al año 1436: el enorme fresco para la catedral de Florencia en el que representó al condotiero Giovanni Acuto; la figura del condotiero a caballo es poderosa y está bien definida, pero lo que da la medida de su genio es el escorzo del cofre situado sobre una ménsula. En este escorzo se advierte ya la fascinación que sentía Uccello por la perspectiva, que es de hecho el rasgo esencial de su obra pictórica, lo que da a sus realizaciones una singular originalidad e incluso algunas notas de excentricidad por los extremos a los que llevó los efectos de profundidad. Vasari lo presenta como un fanático de la perspectiva.

Análisis formal:

La Batalla de San Romano es un tríptico renacentistas realizado por el artista renacentista Paolo Uccello (1397- 1475) en temple sobre tabla. La obra representa una de las batallas más famosas de la época cuando el ejército florentino venció, en tan solo ocho horas y sin ningún muerto, a las tropas sienesas que representaban el poder de los Visconti. La datación de la obra es incierta y, aunque a primera vista son recurrentes los ecos medievalistas de la misma, parece ser que está fechada hacia la mitad del siglo XV. Sin embargo Uccello también capta en su obra algunos de los rasgos más significativos del arte renacentista: caballeros y caballos se caen y retuercen en las posturas más inverosímiles, los escorzos son una constante en todas las tablas y el estudio de las distintas posiciones innegables. El artista ha trabajado escorzos en las más variadas posiciones junto con el movimiento, el reciente descubrimiento de la perspectiva era la pasión de Uccello. Además las relaciones que éste mantenía con Masaccio uno de los grandes artistas que primero trabajaron la perspectiva, eran innegables.

Análisis de tendencia:

La obra de Uccello tiene claros ecos medievalistas; los caballos y jinetes nos remiten a las Crónicas de Froissart. Realmente la lucha que se lleva a cabo no parece una guerra, los caballos tienen poco de realista, parecen anquilosados y los jinetes con sus enormes lanzas y pesadas armaduras producen una sensación de pesadez. La perspectiva viene dada por las mismas lanzas remitiendo a elementos de la tradición gótica. La obra además representa un episodio de la historia de Florencia, del que aún se hablaba cuando se pintó la obra: la batalla de san Romano, el 1432, cuando las tropas florentinas, capitaneadas por Ciccolò da Tolentino vencieron a sus rivales milaneses, liderados por Bernardino della Carnia, mercenario de Filippo Maria Visconti. Ocho horas de lucha dieron el triunfo a las tropas de los Médicis, sin que durante la batalla se produjera un solo muerto.

Análisis técnico:

Sus dibujos indican una mente meticulosa, analítica, muy interesada en la aplicación de las leyes científicas a la reconstrucción de los objetos en un espacio tridimensional. En estos estudios probablemente contó con la colaboración del matemático Paolo Toscanelli. Los estudios sobre la perspectiva de Uccello influyeron en los tratados de arte renacentista de artistas como Piero della Francesca, Leonardo da Vinci y Alberto Durero. Uccello aparentemente llevó una existencia cada vez más solitaria durante sus últimos años y no dejó escuela

Análisis simbólico:

Estas pinturas muestran su obsesión por las nuevas ciencias de la perspectiva, así como su interés personal por la figura del caballo. De hecho, un caballo alzado ocupa el lugar más destacado en las tres tablas, cuya composición está organizada por las lanzas horizontales y verticales. Paolo Uccello pintó tres tablas sobre esta batalla, que debieron constituir una impresionante composición tríptica en el palacio de los Médicis, cuyo dramatismo y realismo sale de manifiesto con el enfrentamiento entre los caballeros de la Alianza con una mágica narración de la historia. Esto se sustenta en el uso de colores irreales y de la luz como si se tratara de la descripción de un cuento fabuloso de una aventura caballerezca.

Análisis crítico:

Categorizado por Giorgio Vasari como: excéntrico, melancólico y pobre, Uccello fue uno de los más audaces genios del temprano Renacimiento florentino, el solitario amante de la perspectiva, y estos tres paneles que representan la Batalla de San Romano están considerados como sus indiscutibles obras maestras.

Uccello utiliza en el cuadro colores brillantes y poco naturalistas procedentes de la tradición gótica; los rojos y blancos actúan como punto de fuga, algunos los caballos aparecen representados con colores irreales como el azul… La luz también está alejada del naturalismo renacentista, se trata de una luz ilusoria e irreal creada precisamente para otorgar una sensación teatral en el espectador.




 FRA ANGELICO: La coronación de la Virgen


Análisis bibliográfico: Nació en 1395 en Vicchio, Toscana (Italia)
Se orientó hacia un arte expresivo, instalado en el espacio y bañado por la dulce luz florentina, que no atenúa en absoluto la solidez de la composición y la firmeza de los volúmenes.

En 1436, Fra Angélico inició la serie de pinturas murales del ya citado convento de San Marcos, donde su arte adquiere un mayor sentido del volumen, quizá por influencia de Masaccio. Destacan en estos frescos, entre otras, las escenas de La anunciación, San Pedro mártir, La Virgen con el Niño y ocho santos, La coronación de la Virgen y Cristo peregrino. Su evolución estilística se observa también en los frescos de la capilla Nicolina del Vaticano.
Fra Angélico, que nunca abandonó su trabajo artístico, fue prior del convento dominico de Fiésole entre 1450 y 1452. El artista murió el 18 de febrero de 1455 en el Vaticano, cuando se disponía a decorar las paredes de una capilla hoy desaparecida. Aunque no tuvo discípulos directos, su aportación al desarrollo de la pintura renacentista fue considerable.

Análisis formal:

La Coronación de María es uno de los temas más desarrollados dentro de la iconografía de Fra Angelico. El artista inicia el Renacimiento en la Pintura al dar gran peso a la ambientación y a un modelo de paisaje naturalista. Presenta expresiones de devoción en su obra bien lograda con la utilización del color dando intensidad emotiva a su pintura. Esta pintura se sitúa en al ámbito celestial, rodeados de una aureola de color verdoso muy difuminado. Las figuras, vestidas con túnicas de color blanco, se sitúan sobre un banco y un escabel de nubes, lo que acentúa el carácter sobrenatural donde tiene lugar el acontecimiento..


Análisis de tendencia:

Su aportación pictórica, a pesar de las connotaciones con otros maestros, se define por su personalidad religiosa, por su lirismo teológico transcendente, y por la carga espiritual que inyecta a sus protagonistas. Su lenguaje plástico contiene un proceso de maduración asequible al pueblo cristiano, pues todo lo narra con sencillez y trasparencia evangélicas. Su producción artística, en los diversos períodos de su vida, está marcada por esta dimensión didáctico-religiosa. Su espiritualidad tendente a la trascendencia, muy elogiada por la crítica del siglo XIX, está comprometida con el pensamiento que entiende el arte como una acción proselitista, perfectamente de acuerdo con la doctrina dominica. Siguiendo estos conceptos, Fra Angélico rechaza el racionalismo que exalta al hombre y busca la belleza ideal, para ir en busca de la trascendencia; sus luminosos colores, sus escenas en tono contemplativo, el minucioso análisis de las cosas creadas, más que residuos de tradición gótica son interpretaciones místicas de la cultura del momento.

Análisis técnico:


La pintura de Fra Angélico sorprenden por su técnica, pero también por su profunda devoción religiosa que inspira. Las expresiones de devoción en los rostros son muy logradas, así como la utilización del color que consigue dar mayor intensidad emotiva a la obra. Su maestría en la creación de figuras monumentales, en la representación del movimiento y en la capacidad para crear planos de profundidad a través de la perspectiva lineal, especialmente en los frescos realizados en Roma, lo confirman como uno de los pintores más importantes del primer Renacimiento. En este cuadro por, no utiliza la perspectiva aunque esta ya empezaba a revolucionar la pintura y su manera de ver al mundo. No es una falta de conocimiento técnico. Así lo muestra en el segundo elemento de la parte inferior del cuadro. Fra Angélico tiene una lógica diferente. La perspectiva es la apertura de una ventana sobre el mundo y su utilización corresponde a una lógica en la representación del mundo. Fra Angélico no quiere representar al mundo terrenal sino al divino. Es debido a eso que utiliza numerosos puntos de fuga que convergen hacia el séptimo peldaño del tono (número simbólico). Utiliza así la perspectiva sólo para aislar al grupo divino.

Análisis simbólico:

El cuadro utiliza la perspectiva para representar el lugar, no a sus personajes. El fondo dorado y la sorprendente colocación de las aureolas muestran lo sobrenatural. A la izquierda los tres varones que tienen los libros son San Juan, Santo Domingo y Santo Tomás de Aquino. La mujer vestida de rojo es María Magdalena.
La parte inferior del cuadro representa la vida de Santo Domingo. Esta parte no tiene fondo dorado.

Análisis crítico:

Es sin duda la tabla de mayor calidad de las que realizó el artista, con el asunto de la Coronación de la Virgen, el acontecimiento se contempla en la parte alta del retablo, donde en un trono de profusa decoración y estructura gótica a modo de dosel, Jesús impone la corona a su madre, de riguroso perfil y en actitud de reverencia con la solemnidad y respeto que requiere el suceso. La fuerte iluminación que se crea con la abundancia de elaborados elementos ornamentales, en toda la obra, no es el único punto del que se sirve el artista para colocar la imagen en el ámbito divino. El juego de colores pero, sobre todo, la distribución de los azules, ayuda de igual forma a situar la escena en el plano celeste.



SANDRO BOTICELLI: NACIMIENTO DE VENUS


Análisis bibliográfico: Pintor italiano que nació en 1485. Su verdaderon nombre era Alessandro di Mariano Filipepi. Muy valorado en la actualidad, Sandro Botticelli no se cuenta entre los grandes innovadores del Renacimiento, sino que se inscribe más bien en un grupo de pintores que rehuyó el realismo a ultranza y se inclinó por un estilo basado en la delicadeza, la gracia y un cierto sentimentalismo.
Uno de ellos fue Filippo Lippi, maestro e inspirador de la obra de Botticelli. Éste comenzó su trayectoria artística con obras de temática religiosa, en particular vírgenes que, como la Virgen del Rosal, denotan un gran vigor compositivo.

En 1470, Botticelli, que contaba ya con un taller propio, se introdujo en el círculo de los Médicis, para los que realizó sus obras más famosas. Un primo de Lorenzo el Magnífico, Pier Francesco de Médicis, le encargó la alegoría de La primavera y también, al parecer, El nacimiento de Venus y Palas y el centauro.

Análisis formal:

El nacimiento de Venus es la obra más famosa de Botticelli, realizada en 1485 para adornar un palacio en el campo. Este cuadro destacó en su época, representó a Venus desnuda, lo cual no era común porque al contrario de ser religioso conforme la época, en este cuadro sus protagonistas son dioses paganos y no tienen nada que ver con la iglesia. 

Análisis de tendencia:

La obra es de las más importantes de la época clásica, por cuanto es la primera que representa a la diosa del amor desnuda y de grandes dimensiones, ya que Botticelli es uno de los primeros autores renacentistas y sale de su época anterior, la edad medieval en donde prácticamente solo se pintaban vírgenes totalmente vestidas, para volver en cierta manera a los ideales clásicos. Boticelli describió en su cuadro el nacimiento de Venus según Ovidio. Venus representa un ideal de belleza clásica del Renacimiento que se acentúa con una deformación del cuello y del hombro, pero que es suavizado cubriendo el cuerpo de la diosa con sus largos cabellos.


Análisis técnico:

El cuadro a comentar está realizado en témpera sobre lienzo por el pintor Sandro Botticelli en 1485. Se trata, por lo tanto, de una obra pictórica representativa del Renacimiento italiano, concretamente del período del Quatrocentto. La obra mide 278,5 centímetros de ancho por 172,5 centímetros de alto.  En esta obra Botticelli usó las líneas diagonales, que le dieron un aspecto de profundidad al cuadro. La profundidad se empezó a representar en el renacimiento. Respecto a los colores utilizados, predomina la paleta clara de colores pasteles como turquesas, verdes, celestes, rosas y naranjas acompañados de toques dorados en las alas de los vientos. Una luz uniforme, proveniente de nuestra derecha  recorre la escena y modela las figuras y el entorno sin grandes contrastes de luces y sombras, toda la composición se caracteriza por la utilización de líneas sinuosas, como el propio cuerpo de Venus que adopta la clásica postura del contrapposto. Esta postura, por la cual la joven diosa deja caer peso de su cuerpo sobre la pierna izquierda mientras que flexiona y retrocede la izquierda, se inspira directamente en la estatuaria griega, si bien, en el caso de esta figura todo el peso se desplaza hacia nuestra derecha, lo que genera la sensación de liviandad como si se desplazara sobre las olas en dirección a la orilla.


Análisis simbólico:


Desde los tiempos de la Roma clásica no se había vuelto a representar a esta diosa pagana desnuda y de tales dimensiones: el desnudo femenino, considerado pecaminoso en el arte medieval cristiano, se recuera en el Renacimiento como símbolo de inmaterialidad. Esta Venus no representa el amor carnal o el placer sensual, sino que con su postura y sus facciones finas, se acerca más al ideal de inteligencia pura o saber supremo. Venus sustituye a la Virgen, expresando una fascinación hacia la mitología, común a muchos artistas del Renacimiento. El cuadro se compone de cuatro figuras, tres femeninas y una masculina. Tiene una representación de tierra, mar y aire que simboliza las dos vertientes ideológicas del renacimiento: el paganismo con una exaltación de la belleza y el cristianismo bautismo representado en la iconografía de la concha, esto como nacimiento a una nueva vida. La Venus presenta colores claros que representan pureza ideal, también se observa detallismo y sentido ornamental como influencia aún del último periodo gótico. Céfiro y Cloris, dios del viento del oeste y diosa de la brisa representan la unión entre materia y espíritu y entre lo masculino y femenino. La hora representa a la primavera que acoge a la diosa con su manto. También se ve abundancia de iconografía que refuerza las ideas de belleza y de la primavera, las rosas que nacieron con la diosa, árboles del jardín de las hespérides como símbolo de la eterna primavera, el collar de mirto es una planta primaveral.


Análisis crítico:

En la obra se observa gran sentido de la armonía, tanto en línea como en color, se puede observar el interés renovado que surge en la Italia del Renacimiento por la mitología, no ya como expresión de una religiosidad o creencias vivas, sino un interés que nace de la erudición y del conocimiento, así como de la revalorización de la cultura grecolatina. Además, observamos como el desnudo femenino, más allá de la representación de Eva, asociado al pecado, va cobrando de nuevo importancia en el arte. Si bien, el estilo de Botticelli se vería superado en el siglo posterior, cabe destacar su valor como pionero en iniciar una temática a la que luego se acercarán pintores posteriores como Tiziano, Rubens o Velázquez.

Técnicamente el artista ha conseguido una figura magnífica aunque el modelado es algo duro, reforzando los contornos con una línea oscura, como si se tratara de una estatua clásica. De esta manera Botticelli toma como referencia la antigüedad a la hora de realizar sus trabajos. Los ropajes se pegan a los cuerpos, destacando todos y cada uno de los pliegues y los detalles, hablan sobre la Belleza, el Amor y la Verdad. Todas estas se encarnaban en la figura de Venus. Ella es la máxima representación de amor carnal y amor ideal. También se ha interpretado esta obra como el nacimiento del alma humana a través del bautismo.



ANDREA MANTEGNA: CRISTO MUERTO


Análisis bibliográfico: Pintor Italiano nacido en 1431 y muere en 1506. El pintor Francesco Squarcione lo tomó a su cargo en calidad de hijo adoptivo y lo introdujo en el arte de la pintura. Pero cuando contaba diecisiete años, Mantegna, que no quería seguir trabajando para su mentor, le obligó por la vía legal a concederle la independencia.
El joven pintor ya tenía entonces una personalidad claramente definida, como lo demuestran algunas de sus primeras obras, entre ellas el Retablo de san Zeno(Verona) y la Oración en el huerto. En el Retablo de san Zeno, los tres elementos plásticos fundamentales (dibujo, luz y color) están perfectamente definidos, como es habitual en toda la obra de Mantegna; además, los colores son vivos e intensos, destinados a precisar con fuerza el volumen de las figuras.

En 1480 fue nombrado pintor de la corte de los Gonzaga y se estableció en Mantua, de donde sólo saldría para pasar un breve período en Toscana y otro algo más largo en Roma.

Análisis formal: Esta obra de Andrea Mantegna, también conocida como Lamentación sobre Cristo muerto es una de las obras más importantes del quattrocento por su aporte a las nuevas teorías de la perspectiva. Recogido en la Pinacoteca Brera de Milán es una de las obras más importantes y conocidas del artista por la nueva perspectiva que se muestra una imagen: el cristo muerto, que tradicionalmente se habría representado de perfil.

Análisis de tendencia: La posición del cristo tendido sobre su lápida, y casi vertical al espectador, en un violento escorzo mezclado con una luminosidad muy expresiva a base de contrastes de luz componen una escena en la que predominan los sentimientos de lástima y desolación por la pérdida del hijo de Dios.
Además de la perspectiva y el violento escorzo es la propia representación lo más innovador y transgresor de la obra es la propia imagen de cristo como un cadáver humano sin vida, a lo que contribuye el color del sudario, de un blanco muy parecido al de la propia piel del cristo muerto.
Este artista sorprendió con esta magnífica proyección geométrica basada en la aplicación de leyes matemáticas, en la que empieza con un punto de fuga central que le sirve para dibujar un cuerpo cuya anatomía sigue lo clásico del renacimiento.

Análisis técnico:

Es una de las más célebres obras de Andrea Mantegna, realizada en témpera sobre tela de 68 centímetros de alto por 81 de ancho. Ésta técnica impide que la mirada se recree sobre los pies de Jesús, por que reduce el espacio pictórico para construir un relieve liso. Con el dibujo, que en otras circunstancias resultaría excesivamente dramático, el artista permite al espectador un discreto acceso al espacio de la pintura un lugar que se presta a la sosegada contemplación. La escena muestra a Cristo muerto, tendido sobre una losa de mármol de forma perpendicular al espectador, en uno de los dibujos más violentos de la historia de la pintura. En un fuerte contraste de luces y sombras, la escena transmite un profundo sufrimiento y desolación.

Análisis simbólico:

Destacan en primer plano los pies de Cristo y las manos lastimadas de los clavos de la cruz. Vemos a la Virgen María, San Juan Evangelista llorando la muerte de Cristo y una tercera figura, identificada con María Magdalena. Estas figuras en los que los rostros resultan excesivamente grandes es posible que fueran añadidos después a la obra por otro artista, ya que ni la factura de las figuras ni la integración en la composición parecen corresponderse como en un principio realizó Mantegna. La tragedia se fuerza indicando la figura de Cristo por su violenta perspectiva y la distorsión de sus detalles de su cuerpo completo, en especial el tórax. Los estigmas de las manos y los pies están representados sin idealismo ni retórica. La sábana que cubre parcialmente el cuerpo.

Análisis crítico: En el Cristo Muerto, Mantegna pone en evidencia su virtuosismo en el estudio de la perspectiva, el profundo conocimiento de los volúmenes del cuerpo humano, así como la capacidad de captar con enorme realismo hasta el más mínimo detalle. Esta obra es innovadora porque, con esta pintura, el artista quebrantó las normas de perspectiva lineal. Y es también una obra que rompe la tradición de Cristo en la cruz y vertical por lo que es interesante y mas moderno. La perspectiva utilizada en esta obra se presta para una mejor apreciación y contemplación del dibujo. 


LEONARDO DA VINCI: LA GIOCONDA


Análisis bibliográfico: Nació en 1452 en la villa toscana de Vinci, hijo natural de una campesina, Caterina (que se casó poco después con un artesano de la región), y de Ser Piero, un rico notario florentino. Italia era entonces un mosaico de ciudades-estados como Florencia, pequeñas repúblicas como Venecia y feudos bajo el poder de los príncipes o el papa. El Imperio romano de Oriente cayó en 1453 ante los turcos y apenas sobrevivía aún, muy reducido, el Sacro Imperio Romano Germánico; era una época violenta en la que, sin embargo, el esplendor de las cortes no tenía límites.
Es, por tanto, la obra pictórica de Leonardo da Vinci la que le ha hecho destacar como un personaje cumbre en la historia del arte. De la veintena de cuadros suyos conservados, destacan La Anunciación, La Virgen de las Rocas, La Santa Cena, La Virgen y Santa Ana, La Adoración de los Magos y el Retrato de Ginebra Benzi. El más célebre es sin duda La Mona Lisa o La Gioconda, retrato que tuvo al parecer como modelo a Mona (abreviatura de Madonna) Lisa Gherardini, esposa de Francisco Giocondo.


Análisis formal:
La Gioconda mas conocida como la Monaliza es una obra de arte que está expuesta en el museo Louvre en París. Es el cuadro más famoso que existe, probablemente alcanzaría la cifra más alta de la historia del arte. Por ello, no es extraño que fuese robado del Louvre por Vicenzo Perrugia (pintor italiano) en 1911 aunque apareció dos años más tarde en Italia. Además de que fue golpeada por una piedra y rociado con ácido en el mismo museo de Louvre. Esta pintura es la mas visitada por los turistas, aproximadamente 6 millones de visitantes en el año.

Análisis de tendencia: La combinación de la "perspectiva aérea" y de la técnica del "sfumatto consiguen una estupenda sensación tridimensional y de profundidad. Los críticos de arte coinciden en afirmar que lo mejor del cuadro son las manos y por supuesto la enigmática sonrisa sobre la que Margaret Livingstone, experta en percepción visual dijo: "una ilusión que aparece y desaparece debido a la peculiar manera en que el ojo humano procesa las imágenes". La experta opina que debido al funcionamiento del ojo humano si se mira directamente a la boca la sonrisa desaparece, mientras que si se mira a los ojos u otra parte del cuadro la sonrisa vuelve a aparecer en el rostro de la Gioconda.

Análisis técnico: Es una pintura realizada en óleo sobre tabla de álamo de 77 x 53 cm, retocado varias veces por el autor. La técnica muy característica de Leonardo, si bien actualmente su colorido original es menos perceptible por el oscurecimiento de los barnices. El cuadro está protegido por múltiples sistemas de seguridad y ambientado a temperatura estable para su preservación óptima. Es revisado constantemente para verificar y prevenir su deterioro.

Análisis simbólico: La fama de esta pintura no se basa únicamente en la técnica empleada o en su belleza, sino también en los misterios que la rodean. Además, el robo que sufrió en 1911, las reproducciones realizadas, las múltiples obras de arte que se han inspirado en el cuadro y las parodias existentes contribuyen a convertir a La Gioconda en el cuadro más famoso del mundo en la galería se abre a un paisaje tal vez inspirado en las vistas que Leonardo pudo divisar en los Alpes, durante su viaje a Milán, aunque una última investigación reveló que el fondo es de la ciudad de Bobbio en Italia.

Análisis crítico: Esta obra ah sido una gran influencia para muchos artistas y es difícil de hacer un comentario por lo que es tan compleja. La fascinación que ha ejercido a lo largo de los siglos y el poder que tiene sobre la mirada del espectador obstaculizan un análisis objetivo, dado el icono en que se ha convertido para la cultura del mundo moderno y contemporáneo.



MIGUEL ÁNGEL: LA CREACIÓN DE ADÁN


Análisis bibliográfico:

El más grande escultor, pintor y arquitecto que a llegado a tener Italia. Habitualmente se reconoce a Miguel Ángel como la gran figura del Renacimiento italiano, un hombre cuya excepcional personalidad artística dominó el panorama creativo del siglo XVI y cuya figura está en la base de la concepción del artista como un ser excepcional, que rebasa ampliamente las convenciones ordinarias.
En 1496 se trasladó a Roma, donde realizó dos esculturas que lo proyectaron a la fama: el Baco y la Piedad de San Pedro. Esta última, su obra maestra de los años de juventud, es una escultura de gran belleza y de un acabado impecable que refleja su maestría técnica. Al cabo de cinco años regresó a Florencia, donde recibió diversos encargos, entre ellos el David, el joven desnudo de cuatro metros de altura que representa la belleza perfecta y sintetiza los valores del humanismo renacentista.

Análisis formal:

Miguel Ángel se caracterizaba por pintar siempre hombres musculosos y robustos, sus obras son representadas con un perfecto volumen para que fuera mas real y que elimina el paisaje. Además que en la mayoría de obras de arte suelen tener motivos religiosos, como bien vemos esta obra en la que aparece Dios.

Análisis de tendencia:

El núcleo de la obra es la figura de adán y de Dios. Este artista ah colocado personajes en un orden lógico, Adán y Dios están unidos por sus dedos índices representando la creación divina de Dios. Dios es representado como una persona mayor llena de fuerza y poder y que tiene como finalidad dar vida a Adán mientras que Adán es representado como un hombre fuerte, bello como una escultura. Eva y los ángeles se encuentran rodeando a Dios. El espacio respecto a la perspectiva se realizo con una perfecta captación tridimensional que se logra con complicados puntos de fuga.

Análisis técnico:

La obra se realizó con la técnica de pintura al fresco. Los colores que componen esta obra son colores apagados. La gama que predomina es la gama de colores fríos. El color en el cuadro del fondo es un blanquecino que le da un toque de luz al cuadro, dejando el primer plano, es decir a Adán y a Dios con un contraste de luz.
La obra consta de dos elementos principales adán y Dios, en la izquierda está Adán sobre una superficie que da a notar que es de tierra. A la derecha está Dios, él esta representado sobre una nube rodeada de ángeles y en el centro es la unión de las manos de estos elementos principales.

Análisis simbólico: La creación de Adán ha marcado la mirada del hombre desde el momento que se pintó hasta nuestros días. Esta imagen ha sido determinante en la formación del arte tal y como hoy lo vemos y lo entendemos. Sigue el método de representación que la creación de Eva, fingiendo dos planos de realidad, uno de los cuales es la misma realidad des espectador. Esta obra es considerada la alegoría mas surgente y poética del origen del ser humano como ser que participa o que pertenece a la divinidad junto con Dios.
Es una interpretación conmovedora de Miguel Ángel que ha hecho de esta imagen un nuevo patrimonio de la humanidad.

Análisis crítico: Es una obra que ha influenciado y ha marcado la mirada del hombre desde el momento en que se la pintó hasta nuestros días. Cambio la perspectiva del arte en sí. Es una obra llena de simbolismo y religiosidad y muy interesante además de majestuosa y admirable. Dios concentra toda la fuerza terrible de la creación para transmitirla a su criatura y convertirla en lo que es, eso es de lo que trata en general esta pintura.



RAFAEL ZANCIO:


Análisis bibliográfico:
Raffaello Sanzio nacido en 1483 y muerto en 1520, es conocido también como Rafael de Urbino o simpleente Rafael. Fue un pintor y arquitecto italiano del alto renacimiento. Sus obras representan el paradigma del Renacimiento por su clasicismo equilibrado y sereno basado en la perfección de la luz, la composición y la perspectiva. Además de su labor pictórica que sería admirada e imitada durante siglos, realizó importantes aportes en la arquitectura. Entre su principales obras están Virgen de la pradera, Virgen del Jilguero y Autorretrato y del período romano son: La Sagrada Familia, La escuela de Atenas y La transfiguración que es considerada su obra máxima.
Su padre, que fue el pintor y humanista Giovanni Santi, lo introdujo pronto en las ideas filosóficas de la época y en el arte de la pintura, pero falleció cuando Rafael tenia once años; para ganarse la vida, a los diecisiete años trabajaba ya como artista independiente.
Desde 1504 hasta 1508, trabajó fundamentalmente en Florencia, en donde recibió la influencia del arte de Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.
En 1508, el papa Julio II lo llamó a Roma para que decorara sus aposentos en el Vaticano. Aunque contaba sólo veinticinco años, era ya un pintor de enorme reputación. En las habitaciones de Julio II, conocidas en la actualidad como Estancias del Vaticano, Rafael pintó uno de los ciclos de frescos más famosos de la historia de la pintura.

TIZIANO:


Análisis bibliográfico: Pintor italiano. Aunque Tiziano alimentó durante los últimos años de su vida la idea de que había nacido en 1475, para hacer creer que era un anciano venerable e inspirar respeto y compasión, la crítica moderna ha establecido casi con total seguridad que nació en 1490 y que murió a una edad más que respetable, con ochenta y seis años. Recibió su primera formación en el taller de Giovanni Bellini, del que salió a los dieciocho años para integrarse en la escuela de Giorgione.
Hacia 1530, perdió a su esposa, y seguramente como consecuencia del impacto emocional que ello le causó, su estilo pictórico evolucionó hacia composiciones menos dinámicas, más pausadas, y hacia colores mucho más claros y complementarios en lugar de contrastados. Por entonces, la fama del pintor llegaba a todas las cortes europeas, lo que le permitió recibir encargos de Carlos I de España y Francisco I de Francia, monarcas a los que retrató en obras magistrales. Después del primer retrato de Carlos I, el emperador quedó tan entusiasmado con el arte de Tiziano que lo nombró pintor de la corte. También los príncipes italianos solicitaron sus servicios, y así para el duque de Urbino pintó la famosa Venus de Urbino, de una sensualidad nueva en el arte del Renacimiento.

Análisis bibliográfico: Pintor italiano. Aunque Tiziano alimentó durante los últimos años de su vida la idea de que había nacido en 1475, para hacer creer que era un anciano venerable e inspirar respeto y compasión, la crítica moderna ha establecido casi con total seguridad que nació en 1490 y que murió a una edad más que respetable, con ochenta y seis años. Recibió su primera formación en el taller de Giovanni Bellini, del que salió a los dieciocho años para integrarse en la escuela de Giorgione.
Hacia 1530, perdió a su esposa, y seguramente como consecuencia del impacto emocional que ello le causó, su estilo pictórico evolucionó hacia composiciones menos dinámicas, más pausadas, y hacia colores mucho más claros y complementarios en lugar de contrastados. Por entonces, la fama del pintor llegaba a todas las cortes europeas, lo que le permitió recibir encargos de Carlos I de España y Francisco I de Francia, monarcas a los que retrató en obras magistrales. Después del primer retrato de Carlos I, el emperador quedó tan entusiasmado con el arte de Tiziano que lo nombró pintor de la corte. También los príncipes italianos solicitaron sus servicios, y así para el duque de Urbino pintó la famosa Venus de Urbino, de una sensualidad nueva en el arte del Renacimiento.

Análisis de tendencia: Esta pintura se encuentra directamente inspirada por la venus dormida de Giorgione pero alejándose del idealismo del renacimiento italiano característico de la época. Tiziano pinta una figura de Venus, mostrándola en un interior, situada sobre un diván tapizado en rojo cubierto con una sábana blanca. En primer plano, dirige su mirada al espectador con cierta provocación. En su mano derecha porta unas flores mientras que con la izquierda cubre su pubis. Sus rubios cabellos caen sobre sus hombros, creando una figura de evidente clave carnal y muy sensual.

Análisis técnico:

Venus de Urbino, también conocida como la  Venus del perrito, por que en el fondo se puede observar un perro que aparentemente está dormido. Es una de las mas importantes pinturas de Tiziano hecha al óleo sobre lienzo cuyas dimensiones son de 119 centímetros x 165 cm, realizada en 1538 por Tiziano.
En 1631 este cuadro se encontraba en la colección desde 1736 se encuentra en la Galleria delgli Uffizi en Florencia. La fuga que se dibujo previamente en perspectiva se dirige hacia la derecha y está acentuada por las criadas figuradas totalmente vestidas y con tonos fríos que aportan una cuota de realismo, la presencia de la columna y el árbol en el punto de fuga, y los sucesivos planos iluminados y sombreados que se resaltan en las baldosas. Todo esto hace destacar a la joven desnuda que se encuentra dispuesta en una elegante línea oblicua.


Análisis simbólico:
Las flores en la mano derecha resaltan el aura de sensualidad ya vigorizada por la luz casi dorada que ilumina al cuerpo. El color claro y cálido del cuerpo produce una impresión de sensual apatía, realzada en el contraste con el oscuro del fondo y el colchón; por lo que, el color oscuro del lienzo de la pared provoca una cesura en la mirada que entonces se centra en el cuerpo de la mujer. Fue un regalo del duque a su joven esposa. La pintura representa la alegoría del matrimonio y era un modelo de mostrar a Giulia Varano, la joven esposa del erotismo, la fidelidad y la maternidad.

Análisis crítico: Esta es una de las obras mas espectaculares de Tiziano realizada durante su estancia en la corte de Urbino. La venus aunque fue inspirada en otra pintura tiene mucha originalidad y simbología interesante y valorada para el autor.

El artista no ha olvidado la preocupación por la perspectiva, perfectamente creada a través de las baldosas, la columna del fondo y el árbol. Esta Venus es la figura de mayor belleza salida del pincel de Tiziano.



 TINTORETO:


Análisis bibliográfico: Pintor italiano que nació en Venecia en 1518 y falleció el 1594. En la Venecia de la generación posterior a la de Tiziano las dos grandes figuras de la pintura fueron Tintoretto y el Veronés mientras que éste se trasladó a la ciudad de la laguna desde su Verona natal, El Tintoretto era veneciano y prácticamente no se movió de la ciudad que lo vio nacer.
Aunque se estableció por su cuenta en 1539, El Tintoretto no realizó una obra verdaderamente notable hasta 1548 (El milagro del esclavo), siendo aquellos primeros años de mera supervivencia; al parecer, no dudaba en competir deshonestamente con sus rivales para llevarse él los encargos.
Sus obras de mayor alcance son las que realizó entre 1565 y 1587 para la Scuola de San Rocco, que se conservan in situ. Son una serie de escenas de la vida de Cristo en la planta superior y de la vida de la Virgen en la inferior, interpretadas con un gran sentido decorativo y una viveza cautivadora.

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