sábado, 16 de mayo de 2015

Resumen: Venas abiertas de América Latina

La obra de Eduardo Galeano, es un ensayo que trata la historia de América vista desde el punto de vista de la explotación sufrida desde su descubrimiento hasta la actualidad; tanto por los colonizadores que saquearon la región que constituyó lo que ahora es Latinoamérica y el Caribe, cuanto por los países imperialistas que siguen aprovechándose de sus recursos.
Es otras palabras se podría decir que el libro es un redescubrimiento de la verdadera historia de América. Según Galeano, es una búsqueda de claves en la historia pasada que contribuyan a explicar en el tiempo presente, que también hace historia a partir de la base de que la primera condición para cambiar la realidad consiste en conocerla, para entender de dónde venimos y a donde vamos, por tal motivo aborda problemáticas sociales, económicas y políticas de América Latina a partir del siglo XV hasta aproximadamente los años setentas.
El libro está conformado por dos partes iniciales y una final a manera de conclusión; la primera trata sobre la pobreza del hombre como resultado de la riqueza de la tierra y la segunda sobre que el desarrollo es el centro de la tormenta y la conclusión denominada siete años después aborda temas más actuales.               
A través de sus páginas Galiano presenta personajes que son figuras de la historia real de las diferentes épocas históricas de Latinoamérica, desde el descubrimiento del continente hasta nuestros días, tiempo en el que la región ha sido explotada, trasladando sus riquezas a Europa y más tarde a Norteamérica. Esta acumulación de riquezas en centros de poder extranjeros, hizo que nuestros pueblos fueran desprendidos de sus riquezas, de sus tierras, frutos, minerales, de sus hombres con su capacidad de trabajo y consumo, es decir de los recursos naturales y humanos, dejando en medio de la pobreza y el subdesarrollo a esta región que mereció mejor suerte. Sucedió entonces lo que el autor dice: “Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros…”
Son ya 500 años del descubrimiento de América por Colón, que por cierto, ni siquiera supo que descubrió un nuevo continente, sino que murió con la idea de que llegó a la India, pues lo que buscaba él y para lo que se financió su viaje fue para encontrar un camino más corto para adquirir las especias que tenían tanta valía en España y lo que encontró fue indígenas, oro, naturaleza, etc. y como buen comerciante cambió el oro por objetos superfluos que traían de España.
En cuanto se enteraron en Europa y España de lo que Colón había  descubierto se desató una fiebre de oro, debido a que en esta región existió tanta riqueza, oro y plata, que hizo que los españoles realizaran innumerables viajes para colonizar estas tierras, dando inicio a la conquista y al saqueo y peor aún a la esclavitud humana. Los indígenas fueron, vendidos y explotados cruelmente e incluso fueron enviados a Europa en calidad de esclavos. Como reacción de los nativos nació el mito de El dorado, un monarca bañado en oro que los indígenas inventaron para alejar a los intrusos, sin embargo este espejismo se hizo realidad con el descubrimiento de Potosí, en donde había abundante oro y plata en la meseta de México y el altiplano andino. Esta explotación conjuntamente con el gigantesco rescate de un aposento lleno de oro y dos de plata que Pizarro hizo pagar al inca Atahualpa antes de estrangularlo fue minando la riqueza de esta región privilegiada.
Por otro lado con el descubrimiento de América vino una propagación de la fe cristiana, en la que la iglesia católica tuvo una participación negativa, entregando a la corona de España todas las tierras que se descubran hacia occidente y a la corona de Portugal las tierras hacia el oriente; es decir América para España y África para Portugal.  Esto lo hizo con el justificativo de evangelizar a los indígenas, a cambio de ello se quedaban con el oro e incluso con los nativos; si no lo aceptaban lo tomaban por fuerza haciéndolos esclavos y responsables a ellos mismos por violaciones, muertes y más males que cometieron en contra de los pueblos aborígenes, pero si lo aceptaban eran bautizados y siervos del Rey de España y tenían que entregar todo el oro que tenían y cuando ya no tenían oro les impusieron impuestos que pagaban trabajando para los españoles.
Miles y miles de indígenas murieron, asesinados, maltratados, explotados por el esclavizador español, se perdieron tantas vidas de tanta valía, con tantos conocimientos, pues entre los nativos existió grandes astrónomos que midieron el tiempo, así, los aztecas crearon acequias e islas artificiales, grandes monumentos, los incas cultivaban las tierras en terrazas, son prácticas que hasta la actualidad tienen plena validez.
Entre los nativos existía astrónomos y caníbales, ingenieros y salvajes de la edad de piedra, pero había un desconocimiento del hierro, el arado, el vidrio, la pólvora y el empleo de la rueda, lo que se traducía en un desnivel de desarrollo de ambos mundos.
Las grandes culturas existentes en América Latina estaba representada con el auge del imperio Inca ubicado desde Ecuador hasta Argentina, los aztecas ubicados en el Valle de México, los Mayas en Yucatán y Centro América. Estas civilizaciones dejaron grandes monumentos, que son la herencia que está presente hasta nuestros días.
A parte de todos estos males España trajo muchas enfermedades desconocidas en esta región que también fue responsable de la desaparición de nuestros indígenas. Entraron a devastar primeramente las Islas Caribeñas, pero en cuanto el oro se terminó siguieron su conquista hacia México, el Imperio de los Aztecas, fue Hernán Cortés quien destruyó la gran ciudad de Tenochtitlán. En América no se conocía los caballos, las armaduras, ni la pólvora de la que no pudieron escapar, tomaron el oro y destruyeron todo el imperio, luego insaciables siguieron al sur encontrando el Imperio Inca,  en Perú Atahualpa tratando de aplacarles les proporcionó un cuarto lleno de oro y plata, pero no fue suficiente, pues no respetaron ni su vida., ni el Imperio del Sol. Pizarro destruyó los dioses y reliquias de los incas, convirtiéndoles en barras de oro, lo fundieron y lo llevaron a España, pero no conformes siguieron en busca de más, pasaron a lo que ahora es Chile , buscaban la ciudad del dorado. Fueron muchos los problemas que enfrentaron nuestros imperios, las enfermedades, la pólvora, el factor sorpresa, pero también la desunión que en esta época existió en esta región fue la que permitió tanto desatino; los tlaxcaltecas odiaban a los aztecas, los caribes le hacían la guerra a los tainos,  en lo que ahora es nuestro país y Perú, los hermanos Atahualpa y Huáscar estaban en guerra, los españoles aprovecharon de estas situaciones y nos devastaron.
Pese a tanto oro que Estaña obtuvo de América, no se salvó de la bancarrota. En ese entonces España estaba hipotecada, pero los Reyes gastaban el oro de América en guerras religiosas, derroches cortesanos y en pagar deudas cada vez más gigantes con alemanes, italianos, ingleses, holandeses, franceses, es decir España tenía la vaca, pero otros se tomaban la leche. América se convirtió en un negocio de España, pero en realidad los banqueros europeos se llevaron lo que produjo el oro del Potosí. Pero que hicieron con este oro, al parecer este dinero fue lo que financió el desarrollo de países  europeos, su desarrollo está basado en el saqueo realizado en América, fue tanto el dinero que sacaron de esta región que se enriquecieron, construyeron todo tipo de fábricas y contradictoriamente lo que producían estas fábricas nos lo vendían  a nosotros mismos, convirtiéndose en un negocio redondo. Potosí era una ciudad de las más caras, los colones españoles compraban todo con la plata que producían los indígenas, de sus impuestos.
Por otra parte los indígenas, explotados, ultrajados, maltratados, violentados, enfermos morían o sobrevivían en las peores condiciones, esclavizados como animales con la codicia de los conquistadores. Pero después de más de dos siglos de explotación, la plata se terminó, Potosí, la ciudad más rica de América se hundió en la mayor pobreza, cosa igual sucedió en lo que ahora es México y toda Latinoamérica.
Ocho millones de indígenas fueron sacrificados para solventar el bienestar del conquistador, arrasaron con la plata y el oro, posteriormente con nuestros productos vegetales como el caucho y por último con nuestros hidrocarburos y minerales como el hierro, saqueo, muerte y destrucción de los vestigios culturales fueron producto de la conquista. Y por último América Latina en la actualidad sufre una vez más la opresión, ahora es de Estados Unidos, quienes ven la posibilidad de ampliar sus dominios haciéndonos comprar a muy altos precios sus productos y comprándonos los nuestros a muy bajos costos, pues  no permitieron el desarrollo industrial de la región, imponiendo a que seamos simples vendedores de materia prima, industrializándose ellos cada vez más, haciendo el mejor negocio de la historia, pues de esta forma continúan incrementando su poder sobre la región. Argentina, Brasil y México son los países con mejor desarrollo latinoamericano, sin embargo América Latina no es competitiva en el contexto mundial.
A Estados Unidos no le interesa una Latinoamérica unificada, El FMI nació en Estados Unidos, tiene su sede en Estados Unidos y está al servicio de ese país, El Banco Mundial y el FMI actúan conjuntamente, pues tienen metas comunes, mantienen ejerciendo presiones para que los países latinoamericanos remodelen constantemente su economía en función del pago de la deuda externa y por eso la deuda externa sigue creciendo y los productos que vende América Latina cada vez valen menos y cada vez es más caro lo que se compra. Mediante el FMI, los Estados Unidos impone en Latinoamérica la doctrina del libre comercio.
En fin es como dice Galeano “No asistimos en estas tierras a la infancia salvaje del capitalismo, sino a su cruenta decrepitud. El subdesarrollo no es una etapa del desarrollo. Es su consecuencia. El subdesarrollo de América Latina proviene del desarrollo ajeno y continúa alimentándolo”.

Han pasado ya 500 años y todavía siguen abiertas las venas de América Latina, producto de ellos sigue siendo saqueada, pues llegó el fin del colonialismo y el principio de lo mismo, nada más que de otras formas menos evidentes.