La obra de
Eduardo Galeano, es un ensayo que trata la historia de América vista desde el
punto de vista de la explotación sufrida desde su descubrimiento hasta la
actualidad; tanto por los colonizadores que saquearon la región que constituyó lo
que ahora es Latinoamérica y el Caribe, cuanto por los países imperialistas que
siguen aprovechándose de sus recursos.
Es otras palabras
se podría decir que el libro es un redescubrimiento de la verdadera
historia de América. Según
Galeano, es una búsqueda de claves en la historia pasada que contribuyan a
explicar en el tiempo presente, que también hace historia a partir de la base
de que la primera condición para cambiar la realidad consiste en conocerla,
para entender de dónde venimos y a donde vamos, por tal motivo aborda
problemáticas sociales, económicas y políticas de América Latina a partir del
siglo XV hasta aproximadamente los años setentas.
El libro está
conformado por dos partes iniciales y una final a manera de conclusión; la
primera trata sobre la pobreza del hombre como resultado de la riqueza de la
tierra y la segunda sobre que el desarrollo es el centro de la tormenta y la
conclusión denominada siete años después aborda temas más actuales.
A través de sus
páginas Galiano presenta personajes que son figuras de la historia real de las
diferentes épocas históricas de Latinoamérica, desde el descubrimiento del
continente hasta nuestros días, tiempo en el que la región ha sido explotada,
trasladando sus riquezas a Europa y más tarde a Norteamérica. Esta acumulación
de riquezas en centros de poder extranjeros, hizo que nuestros pueblos
fueran desprendidos de sus riquezas, de sus tierras, frutos, minerales, de sus
hombres con su capacidad de trabajo y consumo, es decir de los recursos
naturales y humanos, dejando en medio de la pobreza y el subdesarrollo a esta
región que mereció mejor suerte. Sucedió entonces lo que el autor dice:
“Nuestra derrota estuvo siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza
ha generado siempre nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros…”
Son ya 500 años del descubrimiento de América por Colón, que
por cierto, ni siquiera supo que descubrió un nuevo continente, sino que murió
con la idea de que llegó a la India, pues lo que buscaba él y para lo que se
financió su viaje fue para encontrar un camino más corto para adquirir las
especias que tenían tanta valía en España y lo que encontró fue indígenas, oro,
naturaleza, etc. y como buen comerciante cambió el oro por objetos superfluos
que traían de España.
En cuanto se enteraron en Europa y España de lo que Colón
había descubierto se desató una fiebre
de oro, debido a que en esta región existió tanta riqueza, oro y plata, que
hizo que los españoles realizaran innumerables viajes para colonizar estas
tierras, dando inicio a la conquista y al saqueo y peor aún a la esclavitud
humana. Los indígenas fueron, vendidos y explotados cruelmente e incluso fueron
enviados a Europa en calidad de esclavos. Como reacción de los nativos nació el
mito de El dorado, un monarca bañado en oro que los indígenas inventaron para
alejar a los intrusos, sin embargo este espejismo se hizo realidad con el
descubrimiento de Potosí, en donde había abundante oro y plata en la meseta de
México y el altiplano andino. Esta explotación conjuntamente con el gigantesco
rescate de un aposento lleno de oro y dos de plata que Pizarro hizo pagar al
inca Atahualpa antes de estrangularlo fue minando la riqueza de esta región
privilegiada.
Por otro lado con el descubrimiento de América vino una propagación
de la fe cristiana, en la que la iglesia católica tuvo una participación
negativa, entregando a la corona de España todas las tierras que se descubran
hacia occidente y a la corona de Portugal las tierras hacia el oriente; es
decir América para España y África para Portugal. Esto lo hizo con el justificativo de
evangelizar a los indígenas, a cambio de ello se quedaban con el oro e incluso
con los nativos; si no lo aceptaban lo tomaban por fuerza haciéndolos esclavos
y responsables a ellos mismos por violaciones, muertes y más males que
cometieron en contra de los pueblos aborígenes, pero si lo aceptaban eran
bautizados y siervos del Rey de España y tenían que entregar todo el oro que
tenían y cuando ya no tenían oro les impusieron impuestos que pagaban
trabajando para los españoles.
Miles y miles de indígenas murieron, asesinados,
maltratados, explotados por el esclavizador español, se perdieron tantas vidas
de tanta valía, con tantos conocimientos, pues entre los nativos existió grandes
astrónomos que midieron el tiempo, así, los aztecas crearon acequias e islas
artificiales, grandes monumentos, los incas cultivaban las tierras en terrazas,
son prácticas que hasta la actualidad tienen plena validez.
Entre los nativos existía astrónomos y caníbales, ingenieros
y salvajes de la edad de piedra, pero había un desconocimiento del hierro, el
arado, el vidrio, la pólvora y el empleo de la rueda, lo que se traducía en un
desnivel de desarrollo de ambos mundos.
Las grandes culturas existentes en América Latina estaba
representada con el auge del imperio Inca ubicado desde Ecuador hasta
Argentina, los aztecas ubicados en el Valle de México, los Mayas en Yucatán y
Centro América. Estas civilizaciones dejaron grandes monumentos, que son la
herencia que está presente hasta nuestros días.
A parte de todos estos males España trajo muchas
enfermedades desconocidas en esta región que también fue responsable de la
desaparición de nuestros indígenas. Entraron a devastar primeramente las Islas
Caribeñas, pero en cuanto el oro se terminó siguieron su conquista hacia
México, el Imperio de los Aztecas, fue Hernán Cortés quien destruyó la gran
ciudad de Tenochtitlán. En América no se conocía los caballos, las armaduras,
ni la pólvora de la que no pudieron escapar, tomaron el oro y destruyeron todo
el imperio, luego insaciables siguieron al sur encontrando el Imperio
Inca, en Perú Atahualpa tratando de
aplacarles les proporcionó un cuarto lleno de oro y plata, pero no fue
suficiente, pues no respetaron ni su vida., ni el Imperio del Sol. Pizarro
destruyó los dioses y reliquias de los incas, convirtiéndoles en barras de oro,
lo fundieron y lo llevaron a España, pero no conformes siguieron en busca de
más, pasaron a lo que ahora es Chile , buscaban la ciudad del dorado. Fueron
muchos los problemas que enfrentaron nuestros imperios, las enfermedades, la
pólvora, el factor sorpresa, pero también la desunión que en esta época existió
en esta región fue la que permitió tanto desatino; los tlaxcaltecas odiaban a los
aztecas, los caribes le hacían la guerra a los tainos, en lo que ahora es nuestro país y Perú, los
hermanos Atahualpa y Huáscar estaban en guerra, los españoles aprovecharon de
estas situaciones y nos devastaron.
Pese a tanto oro que Estaña obtuvo de América, no se salvó
de la bancarrota. En ese entonces España estaba hipotecada, pero los Reyes
gastaban el oro de América en guerras religiosas, derroches cortesanos y en
pagar deudas cada vez más gigantes con alemanes, italianos, ingleses,
holandeses, franceses, es decir España tenía la vaca, pero otros se tomaban la
leche. América se convirtió en un negocio de España, pero en realidad los
banqueros europeos se llevaron lo que produjo el oro del Potosí. Pero que
hicieron con este oro, al parecer este dinero fue lo que financió el desarrollo
de países europeos, su desarrollo está
basado en el saqueo realizado en América, fue tanto el dinero que sacaron de
esta región que se enriquecieron, construyeron todo tipo de fábricas y
contradictoriamente lo que producían estas fábricas nos lo vendían a nosotros mismos, convirtiéndose en un
negocio redondo. Potosí era una ciudad de las más caras, los colones españoles
compraban todo con la plata que producían los indígenas, de sus impuestos.
Por otra parte los indígenas, explotados, ultrajados,
maltratados, violentados, enfermos morían o sobrevivían en las peores
condiciones, esclavizados como animales con la codicia de los conquistadores.
Pero después de más de dos siglos de explotación, la plata se terminó, Potosí, la
ciudad más rica de América se hundió en la mayor pobreza, cosa igual sucedió en
lo que ahora es México y toda Latinoamérica.
Ocho millones de indígenas fueron sacrificados para
solventar el bienestar del conquistador, arrasaron con la plata y el oro, posteriormente
con nuestros productos vegetales como el caucho y por último con nuestros
hidrocarburos y minerales como el hierro, saqueo, muerte y destrucción de los
vestigios culturales fueron producto de la conquista. Y por último América
Latina en la actualidad sufre una vez más la opresión, ahora es de Estados
Unidos, quienes ven la posibilidad de ampliar sus dominios haciéndonos comprar
a muy altos precios sus productos y comprándonos los nuestros a muy bajos
costos, pues no permitieron el
desarrollo industrial de la región, imponiendo a que seamos simples vendedores
de materia prima, industrializándose ellos cada vez más, haciendo el mejor
negocio de la historia, pues de esta forma continúan incrementando su poder
sobre la región. Argentina, Brasil y México son los países con mejor desarrollo
latinoamericano, sin embargo América Latina no es competitiva en el contexto
mundial.
A Estados Unidos no le interesa una Latinoamérica unificada,
El FMI nació en Estados Unidos, tiene su sede en Estados Unidos y está al
servicio de ese país, El Banco Mundial y el FMI actúan conjuntamente, pues
tienen metas comunes, mantienen ejerciendo presiones para que los países
latinoamericanos remodelen constantemente su economía en función del pago de la
deuda externa y por eso la deuda externa sigue creciendo y los productos que
vende América Latina cada vez valen menos y cada vez es más caro lo que se
compra. Mediante el FMI, los Estados Unidos impone en Latinoamérica la doctrina
del libre comercio.
En fin es como dice Galeano “No asistimos en estas tierras a
la infancia salvaje del capitalismo, sino a su cruenta decrepitud. El
subdesarrollo no es una etapa del desarrollo. Es su consecuencia. El
subdesarrollo de América Latina proviene del desarrollo ajeno y continúa alimentándolo”.
Han pasado ya 500 años y todavía siguen abiertas las venas
de América Latina, producto de ellos sigue siendo saqueada, pues llegó el fin
del colonialismo y el principio de lo mismo, nada más que de otras formas menos
evidentes.